martes, 8 de julio de 2008

16 Hambre.

Una vez más mis sueños se pierden y se alejan, y yo vuelvo a la realidad. Abro los ojos y veo la pared gris de la habitación y veo a Marco que me acoge entre sus brazos, el aún duerme.
Pasado aproximadamente un cuarto de hora, Marco despierta.
- Buenos días.
Le recibo con una sonrisa.
- Hola Alicia...
- Marco... ¿Cuándo comeremos? ¿Qué comeremos?
Su expresión cambia bruscamente, reflejando preocupación.
- Pues, no lo sé... Mejor no pensar en ello.
- Ya, bueno... Está bien.
Vamos de habitación en habitación buscando al viejo. Entonces llegamos a una habitación empapelada. Esto me suena... Esta habitación...
- Mierda... Ayúdame.
Marco comienza a arrancar el papel de la pared y yo acudo a ayudarle, tal y como me ha pedido. Una puerta... Y tras ella, otras seis.
- Dios... Como imaginaba, esto es una rayada, ¡¡joder!!
- Euh... Ma... Marco.
- Ven, vamos a probar algo.
Marco me agarra de la muñeca y me lleva al conducto que nos trajo hacia aquí.
- Espera aquí. Volveré.
- ¿Estás seguro...?
- Espera, joder.
- Pe...Pero... Las habitaciones con puertas... Que no acababan...
- Si es cierto... Ha, ya se.
Marco coge la navaja y hace un rallajo en la pared y me lleva a otra habitación.
- Aquí es.
- ¿Qué?
- El conducto por el que entramos, ven.
Se mete en el conducto y se arrastra hacia la salida, yo le sigo. Llegamos a una habitación gris, como todas.
- Fíjate. La marca que hice...
- Entonces... Es el mismo edificio... Pero... Es que es como si se reiniciara, quiero decir, las trampas vuelven a estar ahí, las puertas cerradas...
- Ya pero... Es lo que tiene la realidad virtual.
- Joder...
Marco y yo nos quedamos quietos, mirando al suelo, pensando.
- Bueno, Marco, al menos ya sabemos que el viejo ha de andar por aquí...
- ¿Eh?
- La marca que he hecho... Es el mismo edificio.
- Entonces... El viejo tiene que estar por aquí, ¿no?
- Tal vez...
- ¿Y si... Ha salido..?
- Que no coño, seguro que no.
- Marco... Tengo miedo... No sé si podremos salir de aquí...
Le abrazo.
- Y... Yo...
Marco es tan... Valiente... Tan amable... Me ha salvado la vida y me está ayudando a salir de aquí. Nunca habían hecho nada parecido por mí. Creo que es alguien realmente especial...
- Y... Yo... Esto... Gracias, Marco.
- De nada, tonta, faltaría más. Quien fuese capaz de dejarte morir merecería morir...
Levanto la mirada y la empalmo con la suya... El silencio vuelve a apoderarse de la habitación. No puedo parar de mirarle... Pensando... Pensando todo lo que le debo...
- Ma... Marco... Yo...
No sé si soy capaz...
- ¿Sí?
Me fallan las fuerzas, se me nubla la vista y caigo hacia el suelo, pero Marco me sostiene entre sus brazos.
- ¡Alicia!
Abro los ojos y le veo a mi lado, observándome. No ha sido un sueño.
- Te has despertado... Menos mal.
Yo me limito a sonreír.
- Alicia... Tienes que comer. Y no solo tú, ambos deberíamos comer algo.
- Lo sé, pero, ¿qué?
Marco permanece callado y aparta la mirada.
- ¿..Marco?
- Y... Yo...
- ¿En qué estás pensando?
Espero que no sea lo que yo pienso...
- Alicia, creo que... Solo se me ocurre una elección...
- ¿No estarás insinuando que...?
Marco me mira tristemente.
- S... Sí... Carol...

No hay comentarios: