miércoles, 16 de julio de 2008

23 Atrapada.


Abro los ojos, otra vez me desmallé... En fin...
¿Qué? ¿Lo he soñado? Yo... Estaba en la calle... Estaba en Alcobendas... ¿¿¡Qué hago aquí!?? Miro a mi lado.
- ¿Marco? ¡Estas vivo!
Me mira y sonríe, me acerco corriendo dispuesta a besarlo.
- Adiós...
-¿Eh? ¡¡NO!! ¿¡A dónde vas!?
Ya no está... ¿Qué está pasando? Vuelvo a mirar hacia delante y le veo... Es el viejo que me apunta con la pistola mientras se baja los pantalones... Dios mío... ¿¡Qué coño pasa aquí!?
El viejo me mira sonriente pero una vez sin calzoncillos se dirige hacia mi izquierda y se agacha...
- ¡¡Carol!!
- Ali... Alicia, ayúdame... No me dejes morir...
- ¡¡Callaos!!
El hombre golpea a Carol con la pistola en la cabeza, esta queda inconsciente.
¿Cómo? ¿Qué pasa ahora? La habitación comienza a cambiar... Todo se vuelve blanco y la oscuridad se consume. Miro a mi lado de nuevo... ¿Q...Qué...? Ya no está Carol, ahora está Ayumi tirada a mi lado, llena de sangre... Muerta...
- Muy bien... Ahora tú... ¿Quieres que te haga un hijo? Ha, ha, ha, ha...
No tengo palabras... Esto es... ¿El psiquiátrico..?
- Ven... No temas... No te va a doler...
Con una mano me coge del pelo y me echa la cabeza hacia atrás contra la pared, con la otra mano se acerca a mi entrepierna para abrirse paso.
- ¡¡¡NOOOO!!! ¡¡Apártate!!
Me incorporo gritando con la cara llena de lágrimas.
- ¡Sujetadla! ¡Traed el tranquilizante!
- Shhh, tranquila... No te haremos daño.
¿Quienes son estas personas? Vestidas de blanco... Me agarran impidiendo que me mueva. Estoy en una camilla. Se acerca un hombre con una jeringuillla y me pincha el brazo, introduciéndome un liquido.
Las personas que me tenían inmovilizada me sueltan lentamente pero sigo sin poder moverme, ¿qué me ha metido?
Empiezan a hablar entre ellos.
- ¿Estaba dentro del edificio cuando se incendió?
- Si, eso parece, tiene todo el cuerpo lleno de quemaduras, no sé como puede moverse de esa manera... Un poco más y no lo cuenta...
- Pero... ¿Qué le pasa? ¿Padece algún tipo de enfermedad mental? ¿Por qué ha reaccionado de esa manera cuando se ha despertado?
- Tal vez un mal sueño...
- Si... Pero... No sé.
- ¿Y su familia?
- Su madre murió hace mucho tiempo ya... Su padre parece ser que hace un par de días sufrió un accidente en casa con el gas... Hubo una explosión...
¿Mi padre? No puedo moverme, no puedo decir nada, comienzo a mirar hacia todos lados llorando.
- Hhhggggg...Nngggghhh...
- ¿Qué? ¿Qué pasa?
- N... ¿No lo sabías?
Cierro los ojos e intento dormir.
- Comprobaremos su estado físico y mental, si está bien la llevaremos a casa de su padre; ahora es la suya.
Después de todo... Al fin he salido... Si Carol y Marco estuvieran conmigo...



SE ACABÓ LO QUE SE DABA =3

martes, 15 de julio de 2008

22 La calle.

"Has ganado... Solo quedas tú."
¿Qué? ¿Soy... Soy libre? ¿Ya está? La habitación comienza a temblar, el suelo cede y caigo a lo que parece una planta escondida... Un sótano - antes estaba en el primer miso-. No caigo en el suelo, caigo sobre unos bultos... Pero no puedo verlos... Debido al tacto deduzco que es algo de tela...¿Qué será lo que tengo bajo mí? Que mal rollo...
"Busca la llave; con ella podrás abrir la puerta que ves ante ti y serás libre, además con esa llave podrás abrir el dispositivo de realidad virtual que llevas."
- Pe... Pero... ¿Dónde?
"¿No notas bultos? Busca entre ellos..."
Yo me apresuro a levantar bultos buscando la llave, cómo pesan... Hay muchos bultos, son enormes... La llave tiene que estar por el suelo, voy quitando obstáculos para llegar al suelo, estoy rodeada de bultos...
Voy palpando el suelo en busca de la llave, no la encuentro... Es muy difícil...
¡Aquí está! Por fin. Cojo la llave busco una cerradura en el dispositivo. Abro el dispositivo, me lo quito...
Por fin puedo ver los bultos... Un momento... Tienen unas formas bastante... Sospechosas. ¿Qué hay tras las mantas que los envuelven? Tienen... Sangre... Destapo un poco uno de os bultos.
- ¡¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!!!!!
"¿Sorprendida?... Sois muchos los que escribisteis en ese foro..."
- Q... Que... ¡¡Qué coño!! ¡¡¡ENFERMO DE MIERDA!!!
"¿Sabes..? Me tengo que deshacer de los cadáveres, dentro de un minuto esa habitación se convertirá en un horno, yo que tú saldría de ahí..."
Ahogo otro grito e intento abrirme paso entre los cadáveres... Hay demasiados... Ya casi estoy en la puerta... Un poco más... Tarde. La habitación se prende en llamas, las mantas se van consumiendo en el fuego y dejan al descubierto todos los cadáveres que me rodean.
- ¡¡¡AAAHHH, JODER!!! ¡¡Socorro!!
Sigo caminando a duras penas, mi cuerpo está en llamas, me cuesta respirar. El pomo de la puerta... Tomo la llave y abro. Cierro rápidamente la puerta nada más salir.
¿Qué? Era... Un edificio abandonado... Ahora estoy en la calle... Esto... Esto es... ¿Alcobendas?
No puedo más, las cosas se vuelven negras, me desmayo...

lunes, 14 de julio de 2008

21 El foro.

Empieza a soltar sonoras carcajadas, da bastante miedo. Al fin ha bajado la guardia; con la mano izquierda agarro el brazo que sostiene la pistola y con la mano derecha saco la navaja y se la clavo, paseándola de un lado al otro de su cuello. Él intenta respirar y hace unos aspavientos muy bruscos, entonces sus ojos se abren como platos y cae al suelo.
- Maldito cerdo...
Ahora tengo que salir de aquí, sino no sé que será de mi...¿Tendre que alimentarme de este hombre y de Marco? ¿Acabare comiendome a mi misma? No... No puedo... Cojo la pistola y me apunto en la cabeza, pero algo me impide apretar el gatillo... Recuerdo cuando estaba a punto de morir desangrada y él me salvó y me ayudó, recuerdo todos los ánimos que me había dado y lo que había hecho por mí. Tengo que salir de aquí... Por mí, por Carol, por él...
Rebusco entre las ropas del viejo, que por cierto, según su DNI se llamaba Manuel Ibañez. Aquí está; el papel con la fecha y la hora. Voy junto a Marco y cojo el resto de los papeles. Me quedo mirándole unos instantes...
- Yo... Te quería... No... Yo te quiero...
Mis lágrimas caen sobre su cara, yo se las limpio y le beso la frente dulcemente.
- Adiós...
Me levanto y entro en la 5ª puerta.
Es un piso pequeño y diáfano, a traves de la ventana puedo ver una ciudad... La ciudad de Madrid... Veo a la gente de la calle paseando feliz... Como quisiera estar ahí fuera...
En una esquina del salón hay un ordenador y ahí está Manuel con el ordenador. ¿Eso es porno? Será cerdo... Me voy a ver el resto de la casa. Son las 5 de la tarde, en el papel pone 17:03. Cuando vuelvo al salón le veo metido en el foro... Pero se está riendo...
Me acerco para ver de qué se ríe pero todo se vuelve negro y me encuentro de nuevo en la habitación de las seis puertas.
Queda una puerta. La miro. La salida... Me acerco y agarro el pomo. Abro la puerta. ¿De quién es esta habitación? Esto no es la salida... Joder...
Hay una chica sentada en la cama llorando.. ¿Quién es? ¿Es que hay alguien más por aquí..? Cerca de la cama hay un escritorio con un ordenador, en el ordenador hay una conversación del messenger. Las webcams están conectadas y puedo ver a un chico moreno bastante mono.

Justice will prevail dice:
Hola!!

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>

enas neno! :D

Justice will prevail dice:
Qué tal?

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
:(

Justice will prevail dice:
Ains... No estes triste, por favor.

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
nito vert...

Justice will prevail dice:
Yo también, daría lo que fuera por estar contigo...

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
joderr

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
xq tiens q vivir tan lejos? T_T

Justice will prevail dice:
:(

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
tu ers lo unik que tengo.. todo es una mierda pro tu me aces feliz... xq no puedo tenert contigo??

Justice will prevail dice:
Si tuviera dinero iría a España a verte... Pero no tengo dinero.

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
mis padres n kieren llevarme a vert... dicen q es una gilipoyez y ya se me pasara... >:(

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>

spra... aora welvo

Justice will prevail dice:
Ok

La chica ha dejado de llorar. Se levanta, se seca las lágrimas y vuelve frente al ordenador con una falsa sonrisa.
Sigue con la conversación y se mete en Google. Buscar: suicidio.
Clika el primer resultado. Es el foro... La chica empieza a leer... Hay muchos métodos de suicidio sugeridos por la gente que escribe en ese foro. Empieza a leer comentarios, los últimos son todos del día 10 de junio...


Hopeless.. @ 10-06-08 15.08 dijo:

La vida es una puta mierda... Gracias por los consejos.


Si no tienes motivos para vivir, no lo hagas.

Bloodkisses!!
__________________________

Carolina @ 10-06-08 16.05 dijo:
Gracias... Tomo nota.
Acabad con vuestro sufrimiento si podeis...
__________________________

Anónimo @ 10-06-08 17.03 dijo:
Mataos, es lo mejor que podeis hacer. Vivos no haceis más que joder la marrana. XDD
_________________________


Marco @ 10-06-08 22.54 dijo:
"No hay esperanza... Cuando llevas una maldita vida de mierda tienes tu destino escrito...
__________________________

Conichiwa!! @ 10-06-08 22.54 dijo:
Cuando te rodeas de gente de mierda no puedes evitar llevar una vida de mierda: puedes vivirla o no.


Hopeles... ¡Coño, soy yo! Y Carol, Marco, Ayumi, el viejo... Joder...
La chica mira todos esos esos comentarios, abre la ventana de conversacion del messenger, quita la webcam y empieza a llorar.
Añade un comentario al foro y con un cuchillo empieza a cortarse las muñecas muy decidida con cortes verticales muy profundos, llorando desconsoladamente.

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
te kiero mi amor... :(

Justice will prevail dice:
Y yo a ti <3>

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>
me vy yap... :( te echare de menos

Justice will prevail dice:
Hehe, y yo a ti vida, byee!

†[Blood's smell]† Ich Liebe Dich !! <3>

adios, te quiero...

Cerrando sesión...


Todo negro... Y vuelvo a la habitación.
¿Qué? No entiendo... ¿Y esa chica? ¿Está por aquí?
"¿No era guapísima?"
- ¿He? ¿Qu... Quién?
"Mi hija..."
- ¡¿Dónde estás?! ¡Sal de una vez, da la cara!
"Vosotros la empujasteis a tomar esa decisión... Ella aún era una niña... No sabía lo que hacía..."
Permanezco en silencio.
"¿No queríais morir? Estais en vuestro derecho... Pero... ¿Por qué? Ese maldito foro..."
- Yo... Yo lo siento...

sábado, 12 de julio de 2008

20 La historia se repite.

No puedo creer que le esté besando... Es algo que en todo este tiempo jamás se me ha pasado por la cabeza... Sin embargo, cuando le he besado en la mejilla no he podido resistir, algo me ha empujado a... Ahora sé que saldremos de aquí juntos y permaneceremos unidos hasta el final... Ahora sé lo que de verdad siento.
Él me agarra de la espalda con una mano, la otra mano juega con mis cabellos. Se oye un estruendo. Sus manos se quedan inmóviles y él deja de besarme. Cae al suelo y tras él puedo ver al viejo con una pistola en la mano y una sonrisa en la boca. Marco permanece en el suelo y su ropa se va empapando de sangre, logro reaccionar y me agacho corriendo.
- ¡Marco! ¡¡MARCO!!
- Alici...a
- ¡¡Marco, no, me dijiste que me sacarías de aquí, que saldríamos juntos!!
- Alicia... Hulle... Tienes que salir... Tienes que viv...
- ¡¿Marco?! ¡¡MARCO!! ¡Joder, no! Por... Por favor...
Mis sollozos no me dejan hablar, no me dejan respirar, me duele la garganta, siento que me ahogo, las lágrimas me empañan los ojos y me nublan la vista.
Levanto lentamente la mirada y veo al viejo que me observa satisfecho.
- ¡¡Vamos, mátame!! ¡¿A qué esperas?!
- ¿Por qué tanta prisa? Todo a su tiempo... ¿Sabes? Antes tengo algo que hacer contigo... Uno tiene sus necesidades...
- N... No... No es posible...
Recuerdo a Carol y a Ayumi y me veo a mí misma en su situación... No puede ser...
Retrocedo lentamente y busco la puerta palpando la pared con mis manos. Una bala da justo al lado de mi mano.
- ¿A dónde vas?
- Y...Yo
El hombre se acerca a mí con la pistola en la mano y me la pone en la cabeza.
- Ni un movimiento más o te vuelo la cabeza.
Con la pistola apuntándome firmemente el hombre empieza a desabrocharse el cinturón, se quita los pantalones, la ropa interior... Se acerca...
No puede ser real, esto no está pasando... Cuando acabe me matará... ¿Qué puedo hacer?
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- ¿Hum?
El hombre me mira y frunce el ceño.
- ¿De qué te has estado alimentando todo este tiempo?
- ¿Quieres saberlo?
- S... Sí.
El hombre se baja cuidadosamente el pantalón. Inevitablemente dejo escapar un grito. Su muslo está desgarrado... Se ha comido a sí mismo...
- Lo sé, es horrible, pero no sufras, dentro de poco no tendré que comerme a mi mismo, Marco y tú seréis unos excelentes manjares... Además os he oído hablar, os he estado siguiendo... Ya sé cómo salir de aquí; pronto podré comer en un lugar decente.
- ¡Hijo de puta!

19 Distancias cortas.


- Ya has despertado...
- ¿Alicia? ¿Qué hora es?
- Las 10 de la tarde.
- Puff... He dormido 8 horas.
- Necesitabas dormir desde hace muchos días.
- Ya, bueno... Sigamos.
- ¿Seguro que te encuentras en condiciones..?
- Sí, vamos.
Alicia me ayuda a levantarme y seguimos con nuestra búsqueda.
- No sé a dónde habrá ido el viejo, pero tenemos que andar con cuidado.
Alicia mira de reojo mis heridas y suspira.
- Sí, ya lo veo.
Seguimos caminando y buscando en silencio, me da la sensación de que llevamos haciendo lo mismo años, es todo igual, todo aburrido.
- ¡Auch!
- Ay, lo siento, yo solo...
Alicia se pone a mi izquierda y me coge la otra mano, luego me sonríe.
- Tenemos que encontrar a ese viejo... Sin su papel...
- Le encontraremos.
- Va a pagar por lo que te ha hecho...
- Alicia...
No sabía que le importase tanto...
- Estoy cansada de este sitio...
- Y yo, no sé dónde más buscar.
- Oye, Marco... Podríamos ir a ver si se ha abierto alguna puerta...
- No lo creo, pero de todos modos no perdemos nada.
- Sí, la verdad, es un poco estúpido, hehe...
- Ven vamos.
Con una sonrisa en la boca llevo a Alicia hacia las seis puertas.
- Ya estamos, veamos... No, no están abiertas.
- Ya veo... Valla... Oye, Marco... Tal vez, podríamos...
Alicia mira con desconsuelo hacia la puerta de Carol.
- Alicia, ¿estás segura de lo que dices?
- Yo... Sí... Bueno, no, pero...
Vuelve su gris mirada hacia mí y puedo ver todos sus sentimientos, como si me abriera una ventana a través de sus ojos.
- Como quieras.
Una vez más estamos en casa de Carol, Alicia intenta no mirar las escenas sangrientas y dolorosas, finalmente subimos a su cuarto y allí está ella con el portátil. Alicia se acerca a ella y se arrodilla para estar a su altura. Inevitablemente deja rodar una lágrima por su rostro que toca su fin en su barbilla, luego cae al vacío y se estampa contra el suelo quedándose en nada, rompiéndose en mis gotitas.
- Carol... Lo siento...
- Alicia... Gracias... Me has sacado de este infierno... Te estoy eternamente agradecida... Gracias por cumplir con tu promesa.
Alicia y yo nos volvemos rápidamente y la vemos de pie en la puerta. Alicia corre hacia ella e intenta apoyar las manos en sus hombros, pero cae al suelo traspasándola.
- Un... ¿Un fantasma..?
- No, realidad virtual.
Todo se vuelve negro y regresamos a la habitación de las seis puertas.
Me acerco a Alicia y la abrazo una vez más.
- Por favor... No estés triste...
Ella me mira melancólicamente y yo la seco la cara con mi camiseta. Ella sonríe.
- Eso era lo que quería ver.
Yo también sonríe. La habitación se sume en el silencio y nosotros volvemos a envolvernos con las miradas.
Ella se acerca y me besa en la mejilla y algo nos impide separarnos, algo nos impulsa a seguir, algo nos pide más... Desliza sus labios suavemente por mi mejilla hasta llegar a mi boca.

viernes, 11 de julio de 2008

18 Sentimientos.

- ¡¡¡¿Qué haces pervertido?!!!
Marco se pone de todos los colores t retrocede arrastras. Yo le miro muy enfadada pero entonces me fijo en su mano y en su pierna.
- ¡¡Estas herido!! ¿Qué ha pasado?
- Euh... Sí... Yo... Vi al viejo y...
- ¡¿Cómo?! ¿Tienes el papel?
- No...
Mis esperanzas se van desvaneciendo.
- Ven, a ver...
Le cojo la mano y levanto el vendaje despacio.
- Auch, qué daño, ¿no?
- Y que lo digas...
- Yo... Me he vuelto a desmallar, ¿no? Lo siento...
- Sí. Alicia, tienes que comer algo...
Lo había olvidado... Carol... No sé que hacer, no soy capaz de comérmela, pero tiene razón Marco, si no comemos nosotros también moriremos...
- Es... Está bien, Marco... Comámonos a Carol...
Marco se queda sorprendido y dibuja media sonrisa en su rostro.
- Hay que tener valor... Vamos.
Estamos frente a Carol, ella yace muerta con la mirada perdida y la boca abierta... Está bañada de sangre.
Marco saca la navaja y la mira con angustia, después mira a Carol y ahoga un sollozo. Acerca la navaja dispuesto a cortar.
La navaja desgarra lentamente la carne de Carol, no es un buen instrumento para cortar carne, por lo tanto cuesta bastante. Marco no puede evitar llorar, yo tampoco.
Me arranco trozos de pantalón y enciendo una fogata con la que cocinamos la carne.
La carne, he de admitir, está deliciosa, más a mi no me produce ninguna satisfacción. Mi hambre se atenúa pero mi angustia y mi culpabilidad cada vez me taladran más el corazón.
Nuestras ropas quedan llenas de sangre, cada día tienen más sangre, sangre que me recuerda que estamos aquí atrapados, que nos alimentamos de los cadáveres de otras personas, que en cualquier momento podemos morir, que somos las marionetas de alguien que ni tan siquiera da la cara...
Todos estos pensamientos, esta sangre, esta angustia... No puedo evitar llorar... Siempre estamos llorando.
Marco me abraza.
- Alicia, tenemos que ser fuertes.
Le miro, pasea sus dedos sobre mi rostro secando mis lágrimas y sonríe. Me acerco, acerco mis labios hacia el, siento su calor... Le beso en la mejilla.
- Gracias por todo...
Nos volvemos a mirar y se me olvidan todos los pensamientos que me oprimían y dañaban el corazón. Apoyo mi cabeza en su pecho y cierro los ojos apartándome de la melancolía que envuelve las habitaciones de este lugar. Él acaricia mi pelo y me acoge entre sus brazos.
- Descansa... Estás herido.
Mis palabras mimosas se pierden en el silencio. Levanto la mirada; está dormido.
Le debo tanto... Y no sé como agradecerselo... Daría mi vida por él... Se merece eso y más. Es la persona más grande que he conocido nunca. Podría pasarme el resto de mis días encerrada en este lugar, sin comida, llena de sangre, herida, cansada, perdida... Podría permanecer el resto de mi tiempo de esta manera si él nunca me dejara, si estuviera para llevarme a un lugar mejor cada vez que me abraza, para alejarme de la tristeza cuando me mira y me sonríe.
Creo que este sentimiento es nuevo para mí... Creo que no es amor, nunca había sentido el amor de esta manera... Me basta con su presencia, no necesito nada más.

miércoles, 9 de julio de 2008

17 Silencio.

- N... No puedes estar hablando enserio...
- Alicia... Es cuestión de supervivencia, sé lo que sientes, pero ella está muerta, si no comemos, nosotros también moriremos.
Alicia se queda pensativa.
- Pero es que yo...
- Alicia, tenemos que comer.
- ¿Y si salimos de aquí?
- Si salimos de aquí, creo que no será hoy ni mañana... No es por quitar las esperanzas... Pero sabes que es verdad.
Silencio.
Tengo que hacer algo... No la dejaré morir...
- Alicia, vamos a buscar al viejo.
Alicia sonríe con lástima.
- S... Sí.
La cojo de la mano y la llevo detrás mía por el pasillo, vamos de habitación en habitación en busca del viejo, ella a veces se para porque se marea, la verdad, yo tampoco estoy muy bien.
Me aprieta la mano, me vuelvo, está en el suelo...
No dejaré que la pase nada, tenemos que salir de aquí y comer algo... Si se sigue negando a alimentarse de Carol... A mí tampoco me hace ninguna gracia, la verdad.
Me agacho y la cojo en brazos, tenemos que seguir.
Es preciosa... Simplemente, preciosa.
¿Cuanto llevo andando? ¿¿Media hora tal vez?? Alicia no se despierta... Pero es mejor que duerma.
Siguiente puerta, sujeto el pomo, abro. No puede ser, al fin, ahí está. Saco la pistola y le apunto
- ¡¡Alto!!
- ¡Vosotros!
- No te haré nada, pero te lo pido pacíficamente, dame el papel.
- ¿Cómo? ¿Papel?
- Sí, deberías tener un papel con una fecha y una hora...
El viejo se queda perplejo. Saca rápidamente la pistola y me dispara en la mano, yo dejo caer mi arma.
- ¡¡¡Ahh!! ¡Joder!
El viejo dispara una vez más, en mi pierna y caigo al suelo. Se acabó, nos va a matar.
No, no puedo permitirlo, después de todo lo que hemos pasado... Tengo que alcanzar mi pistola.
Entonces el viejo sale corriendo de la habitación. Yo me quedo paralizado, ¿por qué no nos ha matado..?
Reacciono lo antes que puedo y me arrastro hacia la pistola, me levanto con ayuda de la pared y cojeo hacia el pasillo, él ya no está...
Mierda, ahora para encontrarle... Pero, no entiendo por qué no nos ha matado...
Me siento en el suelo y saco el botiquín de la mochila. Me pregunto por qué habrá botiquines en las mochilas, se supone que lo que pretende quien quiera que sea, es matarnos...
Tengo que sacar la bala que hay en mi mano y la que hay en mi pierna... Veamos qué hay por aquí. ¡Bien! Pinzas. Ahh, joder, duele... Ahora desinfectar y vendar la herida...
Ya me he curado ambas heridas. Estoy en el suelo sentado, me duelen demasiado los balazos como para seguir con Alicia a cuestas. Ella está entre mis brazos. No puedo dejar de mirarla. Su pelo es tan bonito... Su rostro... Sus... Sus labios... Daría lo que fuera por besarla... Lo que fuera.Está inconsciente, es tan grande la tentación... Yo... No, no debo, qué bajo caería... No... Más es tan guapa, es... No puedo besarla, no mientras está inconsciente, sería aprovecharme de ella, que rastrero... No puedo, pero tampoco puedo parar de acercarme a su boca... Yo...
Alicia despierta.

martes, 8 de julio de 2008

16 Hambre.

Una vez más mis sueños se pierden y se alejan, y yo vuelvo a la realidad. Abro los ojos y veo la pared gris de la habitación y veo a Marco que me acoge entre sus brazos, el aún duerme.
Pasado aproximadamente un cuarto de hora, Marco despierta.
- Buenos días.
Le recibo con una sonrisa.
- Hola Alicia...
- Marco... ¿Cuándo comeremos? ¿Qué comeremos?
Su expresión cambia bruscamente, reflejando preocupación.
- Pues, no lo sé... Mejor no pensar en ello.
- Ya, bueno... Está bien.
Vamos de habitación en habitación buscando al viejo. Entonces llegamos a una habitación empapelada. Esto me suena... Esta habitación...
- Mierda... Ayúdame.
Marco comienza a arrancar el papel de la pared y yo acudo a ayudarle, tal y como me ha pedido. Una puerta... Y tras ella, otras seis.
- Dios... Como imaginaba, esto es una rayada, ¡¡joder!!
- Euh... Ma... Marco.
- Ven, vamos a probar algo.
Marco me agarra de la muñeca y me lleva al conducto que nos trajo hacia aquí.
- Espera aquí. Volveré.
- ¿Estás seguro...?
- Espera, joder.
- Pe...Pero... Las habitaciones con puertas... Que no acababan...
- Si es cierto... Ha, ya se.
Marco coge la navaja y hace un rallajo en la pared y me lleva a otra habitación.
- Aquí es.
- ¿Qué?
- El conducto por el que entramos, ven.
Se mete en el conducto y se arrastra hacia la salida, yo le sigo. Llegamos a una habitación gris, como todas.
- Fíjate. La marca que hice...
- Entonces... Es el mismo edificio... Pero... Es que es como si se reiniciara, quiero decir, las trampas vuelven a estar ahí, las puertas cerradas...
- Ya pero... Es lo que tiene la realidad virtual.
- Joder...
Marco y yo nos quedamos quietos, mirando al suelo, pensando.
- Bueno, Marco, al menos ya sabemos que el viejo ha de andar por aquí...
- ¿Eh?
- La marca que he hecho... Es el mismo edificio.
- Entonces... El viejo tiene que estar por aquí, ¿no?
- Tal vez...
- ¿Y si... Ha salido..?
- Que no coño, seguro que no.
- Marco... Tengo miedo... No sé si podremos salir de aquí...
Le abrazo.
- Y... Yo...
Marco es tan... Valiente... Tan amable... Me ha salvado la vida y me está ayudando a salir de aquí. Nunca habían hecho nada parecido por mí. Creo que es alguien realmente especial...
- Y... Yo... Esto... Gracias, Marco.
- De nada, tonta, faltaría más. Quien fuese capaz de dejarte morir merecería morir...
Levanto la mirada y la empalmo con la suya... El silencio vuelve a apoderarse de la habitación. No puedo parar de mirarle... Pensando... Pensando todo lo que le debo...
- Ma... Marco... Yo...
No sé si soy capaz...
- ¿Sí?
Me fallan las fuerzas, se me nubla la vista y caigo hacia el suelo, pero Marco me sostiene entre sus brazos.
- ¡Alicia!
Abro los ojos y le veo a mi lado, observándome. No ha sido un sueño.
- Te has despertado... Menos mal.
Yo me limito a sonreír.
- Alicia... Tienes que comer. Y no solo tú, ambos deberíamos comer algo.
- Lo sé, pero, ¿qué?
Marco permanece callado y aparta la mirada.
- ¿..Marco?
- Y... Yo...
- ¿En qué estás pensando?
Espero que no sea lo que yo pienso...
- Alicia, creo que... Solo se me ocurre una elección...
- ¿No estarás insinuando que...?
Marco me mira tristemente.
- S... Sí... Carol...

lunes, 7 de julio de 2008

15 Culpabilidad.

Alicia a penas puede respirar, está frente a mi, con la cara empapada, a su lado está Carol... En el suelo tirada... Muerta....
- ¡¡ESTAS LOCA!!
- Y...Yo... Por favor...
Por más que lo intenta no puede decir más que dos palabras. Mi pistola apunta a su cabeza con insistencia. Alicia da otro paso hacia mí.
- ¡¡Quieta!!
- Yo... ¡¡Ha sido una trampa!!
Alicia se echa las manos a la cara y se desploma en el suelo desconsolada.
- ¿Qu...?
- P... Por favor, coño, tienes que creerme... La pantalla se puso negra y apareció... apareció...
Bajo el arma y me agacho para ponerme a su altura.
- ¿Alicia?
- Y... Yo...
Los sollozos no la dejan hablar, se acerca a mi y me abraza. Está temblando.
- Por favor, tienes que creerme... Nunca haría daño a Carol...
Se vuelve y la ve muerta por el rabillo del ojo, entonces empieza a llorar con más fuerza.
- ¡¡Hijo de puta!! ¿¡Qué quieres de nosotros!?
- Tranquila...
- Y... Yo... La he matado, Marco, yo la he matado.
Me agarra fuertemente de la camiseta.
- N... No puedo... Esto es lo único que me faltaba... ¡¡NO PUEDO SEGUIR ASÍ!!
- Cállate, gilipollas.
El llanto de Alicia cesa, ella levanta la cabeza y me mira.
- ¿Hum?
- Alicia... Vamos a salir de aquí, te lo he prometido...
- Y... Yo se lo he prometido a Carol...
Alicia permanece abrazada a mi mirándome con los ojos empañados. Yo la seco las lágrimas y la sonrío.
- Te voy a sacar de aquí, ¿vale?
- Gracias Marco...
Qué guapa es... Es preciosa... No permitiré que le pase nada. Nunca dejaré que Alicia acabe como Carol.
No puedo evitar derramar una lágrima sobre la camiseta de Alicia.
- Marco...
- Alicia...
Ella apoya su cabeza sobre mi pecho y permanece callada, abrazada a mí.
Entonces puedo ver, en segundo plano, a Carol tendida en el suelo pero...
- ¡Carol!
Alicia se vuelve rápidamente y se queda paralizada.
- Ca...¡Carol!
Se acerca rápidamente a ella.
- ¡¡Carol!!, ¿estás bien? Creí que habías muerto...
- Y... Yo... Alicia... Gracias por... Sacarme de aquí...
- ¿Q...Qué? Carol, ¡¡carol!!
- Alicia... Ha perdido mucha sangre...
Alicia apoya su cabeza contra el pecho ensangrentado de Carol.
- Ca... Carol yo... Lo siento.
- N...
- ¿Carol?¡¿Carol?!
Ha muerto.
Cojo a Alicia de la muñeca y la llevo lejos de Carol... Ella llora desconsoladamente.
Estamos hambrientos y nos fallan las fuerzas, necesitamos comer como sea y acaba de morir Carol... Creo que la pesadilla no ha hecho más que empezar.

domingo, 6 de julio de 2008

14 La despedida.

¿Qué? ¡Es Carol!
- ¡Ya vamos!
Marco y yo corremos hacia el lugar del que procede la voz de Carol. Llegamos a un cuarto oscuro al fondo del pasillo.
- ¿Carol?
- Venid...
- ¿Qu...Qué pasa?
- Mirad, es una puerta pequeña, aquí, en la esquina.
- Anda, mira Marco, acércate, es verdad... Parece... Un conducto de la ropa sucia.
- Si, es posible que el hombre que me apuntó con la pistola esté por aquí.
- Si... Es posible... Vamos.
Marco hace una señal con la mano para que le sigamos y se mete por el conducto.
Está muy oscuro, no se ve el final.
Al fin salimos. Una habitación como todas las que hemos visto el tiempo que llevamos en el edificio; suelo de gravilla, paredes grises...
Salimos de la habitación y llegamos a otro pasillo, más puertas, escaleras... Es exactamente igual a lo que hay al otro lado del conducto.
- Dios... Que rallada de sitio, coño.
- Pues si...
Avanzamos de habitación en habitación, abriendo las puertas con mucho cuidado utilizando el truco de Marco. Las trampas ya no nos sorprenden, es todo igual.
- Este sitio me aburre...
- Si y a mi... Lo raro es que no hay puertas abiertas... Parece que el viejo no ha pasado por aquí...
- Cierto... ¿Bajamos a otro piso?
- Está bien...
Vamos recorriendo todos los pisos pero todas las puertas están cerradas, no hay ni rastro del viejo...
- Tal vez haya cerrado las puertas según entra...
- Sí, es posible...
- Vamos, no podemos perder más tiempo.
Vamos buscando por el edificio. Carol va agarrada de mi mano. Sea como sea tengo que ayudarla... La sacaré de aquí y la daré la vida que se merece.
¿Qué? ¿Qué pasa? La pantalla de este estúpido cacharro está negra, ¿se ha estropeado?
- ¿Marco? ¿Carol?
Ya no noto como Carol me agarra pero aún puedo oírla.
- ¿Alicia? Alicia, ¿estás bien? ¿Qué te pasa?
Ahh, joder, ahora suena un pitido agudo y molesto, está muy alto, no puedo soportarlo. Esta cosa se ha debido estropear, dios... Es horrible.
Ya puedo ver, aunque el pitido no cesa...
Estoy donde antes pero... Marco y Carol ya no están y no puedo oír nada por el maldito pitido.
- ¡¡Marco, Carol!!
¿Qué? A mi lado... Es... Aquel viejo al que buscábamos, me apunta con su arma. Su sonrisa y su mirada me aplastan y me hacen diminuta, se dispone a apretar el gatillo... No... No puedo morir ahora. Saco mi arma rápidamente y le disparo, no una, sino tres veces y seguido me tiro al suelo a llorar... Acabo de... Acabo de matar a una persona.
La pantalla de nuevo se vuelve negra...
"Has caído en mi trampa... idiota."
¿Cómo? ¿Qué pasa? La maldita voz... ¿Qué trampa? Vuelvo a estar con Marcos y... Dios mío... Ella... Carol... Está muerta. Marco me mira imbadido por el pánico.
- Qu...¿¡Qué has hecho!? ¡¡Estas loca!! ¿Qué coño te pasa? ¡¡Que es una niña, joder!!
- Y... Yo no...
Me duele la garganta, se me oprime y se me cierra impidiéndome hablar. Mi cara se empapa de lágrimas por completo.
- Yo... ¡¡Yo no..!!
Me acerco lentamente a Marco a pasos temblorosos. Él saca la pistola y me apunta.
- N... No Alicia, no te acerques más.

sábado, 5 de julio de 2008

13 La búsqueda.

- Alicia... Tengo miedo.
Alicia se vuelve hacia mí con cara de preocupación.
- ¿Cómo dices, cielo?
- Ese hombre al que buscamos... Está tarado. Tengo miedo de que nos haga algo malo.
- No te preocupes, Marco y yo te protegeremos.
Sus palabras me dibujan una sonrisa. Agarro a Alicia de la mano.
- Y cuando salgamos de aquí... ¿Qué vas a hacer? ¿Volverás a casa?
- Tal vez... Mi padre es gilipollas pero he comprendido que mi vida es bastante aceptable al lado de la de otra gente como tú, Marco o Ayumi.
- Yo... Yo no quiero volver, por favor, no me hagáis volver.
El tono de mi voz vuelve a flaquear y Alicia frunce el ceño.
- Eso ni pensarlo.
Sonríe. La abrazo.
- Alicia, Carol.
- ¿Hum?
- A ver... El tipo este ha de estar en alguno de estos pisos, ¿no? Será más fácil si nos separamos...
- No, es una locura, esto está lleno de trampas y mierdas, además, ese tío está loco.
- Ya, comprendo, pero...
- Están todas las puertas abiertas, será fácil encontrarle.
- Está bien.
Yo, sin decir una palabra, permanezco agarrada de la mano de Alicia siguiendo a Marco.
Vamos de habitación en habitación, todas están vacías. Aún no hemos perdido la esperanza...
- Marco... ¿Y si ha conseguido salir?
- N... No digas eso, imposible.
- Pe...Pero...
Alicia se muerde los labios y permanece callada.
- Alicia... Tengo sueño...
- Euh... Marco... ¿Podríamos parar un rato? Hace días que no comemos y además tenemos sueño.
- Cierto, paremos, además tenemos que encontrar comida como sea...
- Pero... Alicia, ¿la carne que me disteis de dónde la sacasteis?
- Euh... No importa, ahora durmamos un rato.
Marco se echa el primero en una esquina a descansar, Alicia y yo nos sentamos a su lado.
Estoy muy cansada y hambrienta, pero no consigo conciliar el sueño, parece que a Marco y a Alicia les pasa igual.
Permanezco sentada junto a Alicia pensando en lo que nos deparará el futuro, en si cuando salgamos de aquí permaneceremos juntos... Entonces una lágrima cae sobre el pantalón de Alicia, la miro y la veo con la cara empapada mirando al frente. La abrazo más fuerte que nunca para que no esté triste.
- Alicia... Vamos a salir de aquí y las cosas serán mucho mejores que en toda nuestra vida...
Alicia se seca las lágrimas y me mira sonriente. Creo que ha funcionado.
- Gracias cielo...
Unas horas más tarde abro los ojos y veo a Alicia a un par de metros de mí hablando con Marco. Marco parece muy triste, creo que es la primera vez que le veo así. Alicia le abraza.
Marco nota que me he despertado y suelta rápidamente a Alicia agachando la mirada mientras retrocede.
- Ha... Ya te has despertado... ¿Qué tal?
- Euh...
La verdad, no sé que responder... Alicia me mira sonriente.
- Hola cariño.
- Hola a los dos.
Alicia se acerca y me extiende su mano, la agarro y me levanto. Continuamos con nuestra búsqueda.
- Marco... Nos vamos a morir de hambre.
- Cállate, encontraremos el modo de sobrevivir.
Hablan en susurros intentando que no les oiga, pero yo me percato de la conversación. Alicia me mira con ojos compasivos y yo hago que no me he enterado de nada mirando hacia otro lugar.
- Está bien, esta es la última habitación, no hay nada...
Alicia suspira decepcionada y Marco se muerde los labios en ademán de preocupación.
Entro en la habitación y la observo atentamente. No puede ser, si ese hombre nos hubiera visto nos habría intentado matar, no se escondería de nosotros, tiene que haber más habitaciones...
En esta habitación no hay nada. Alicia y Marco permanecen en la puerta hablando y yo salgo al pasillo.
- ¿Carol? ¿A dónde vas?
- Esperadme aquí, por favor.
- Carol...
- Esperad.
Me paseo por el piso de habitación en habitación en busca de alguna puerta o trampilla oculta.
En la cuarta habitación por la que paso estoy palpando la pared cuando algo me llama la atención.
- ¡¡Alicia!! ¡¡Marco!!

viernes, 4 de julio de 2008

12 Ova: La huída de Ayumi


Este sitio es horrible... Necesito escapar, no he hecho nada para merecer estar aquí.
Mañana Enrique volverá y me dejará embarazada por 5ª vez... Y si al menos pudiera ver a mis niños, si pudiera estar con ellos... A saber que barbaridades les harán.
Me dijeron que en España encontraría un buen trabajo y una buena vida, me dijeron que podría olvidar lo que le pasó a mi familia en Japón... Si ellos siguiesen vivos... Desde aquel accidente no he vuelto a ser la misma, pero, todo esto, este lugar, esta gente... Es demasiado.
A saber cuantos años llevo aquí, a saber qué será del mundo exterior... Ya no recuerdo cómo son las cosas fuera de este lugar... Tengo que escapar.
Me despierta el ruido de la puerta metálica cerrándose, Enrique entra en la habitación. Estaba soñando con un lugar lejos de aquí, soñaba con la libertad... Ojalá me durmiera y soñara eternamente.
- Ya estoy aquí, Ayumi... ¿Me echaste de menos?
Me limito a mirarle por el rabillo del ojo.
- Es igual, comenzemos, hoy me he despertado con más ganas que nunca...
Una vez más, como cada día, me encadena y me oprime. Se baja los pantalones y se acerca a mi con sonrisa de satisfacción. Esta vez no opongo resistencia.
- P... Por favor, no sigas...
- Vamos Ayumi, sabes que te gusta... Lo sabes de sobra, ¿verdad que si?
- Qué más quisieras, asqueroso.
Enrique frunce el ceño y levanta la mano abierta dispuesto a pegarme.
- Maldita zorra, cállate.
- Adelante... Por favor, hazlo, mátame.
Enrique baja la mano y con cara de desprecio empieza su labor.
Yo permanezco en silencio unos segundos y empiezo a gemir sin más.
- ¿Cómo? ¿Qué coño haces, guarra?
- Creo que... Me tengo que acostumbrar a esto, creo que me lo voy a tomar como un favor.
- Buena chica, no eres la única que hace esto, te saldrá mejor.
Joder... No puedo creer que de veras haya mujeres así...
- Mhhh... En... Enrique....
Me acerco a sus labios y le beso, entonces separamos nuestras cabezas, nos miramos y le golpeo con la cabeza dejándole inconsciente.
Cuando mi padre me enseñaba a dar duro me parecía que no era nada propio de una mujer... Creo que es una estupidez que pensase así.
Me muevo y me retuerzo intentando liberarme de las cadenas cuando veo por la ventanilla a otro empleado asomarse sobresaltado, coge las llaves dispuesto a abrir. Justo a tiempo, he conseguido liberarme, pero sigo con esta maldita camisa de fuerza...
Corro hacia el empleado y le asesto un golpe en la barriga apartándole de mi camino. Corro como nunca antes he corrido y me escondo en la primera habitación que veo.
Dios mío... Es el laboratorio... Está lleno de bebés, una gran parte muertos. Hay dos puertas, entro en una de ellas y veo un niño, de aproximadamente 4 años, atado a una silla, con algunos tubos para alimentarle y algunos cables... Frente a él hay un televisor que muestra una grabación de una tortura a una mujer...
El niño al verme produce ruidos extraños.
- ¿..Hola? ¿Cómo te llamas?
No contesta, parece que no sabe hablar, sospecho que lleva aquí toda su vida... No puedo sacarle de aquí pues llevo la camisa de fuerza... Si pudiera hacer algo... Esto es inhumano.
Salgo de aquel cuarto negro y me meto en la puerta de al lado, es un almacén. Al fin veo entre algunos trastos una máquina para cortar no quiero saber qué. Me acerco y me rompo la camisa de fuerza liberándome y, por supuesto, dejando mi cuerpo totalmente al desnudo.
Me aproximo rápidamente hacia un armario que hay y me pongo un traje y una máscara de laboratorio.
Salgo de la habitación y vuelvo con el niño. Me acerco a él y hace aspavientos violentos mirándome con cara de agresividad. Me quedo pensativa mirándole y miro al televisor. Si se ha criando viendo como torturan mujeres... No creo que pueda acercarme a él, pero sin embargo...
De repente los cables que tiene consigo el niño le proporcionan una descarga eléctrica. El niño sigue haciendo aspavientos, intentando liberarse de la silla para ir a por mi, parece que la descarga no le hubiera afectado, más sus ojos empiezan a derramar lágrimas de socorro.
Necesita ayuda, pero si le suelto, aparte de que me puede matar, si no lo hace, me descubrirán.
- Yo... Lo siento mucho, nunca me lo perdonaré... Adiós.
Me apresuro a salir del cuarto con lágrimas en mis ojos. Salgo del laboratorio y busco una salida.
Se aproxima a mí un empleado. Mierda... Me han pillado. El empleado me mira y me saluda con la mano. Bien, no me reconocen con el traje.
Sigo a paso ligero sin mirar hacia atrás, entonces oigo un grito de alarma.
- ¡¡Una paciente se ha escapado!!
Se me para el corazón, pero me lo pienso dos veces antes de echarme a correr, pues me delataría irremediablemente.
Todos me buscan, el psiquiátrico entero está alborotado.
Voy pasando por delante de las puertas y veo a las mujeres sumidas en la desesperación, llorando en sus celdas. Meto la mano en un bolsillo y encuentro unas llaves, y mi moral puede a mi instinto de supervivencia obligándome a abrir las puertas de las celdas. Se asoma por el pasillo una mujer, es la que me da de comer cada día, se queda en el sitio observándome y ve cómo he liberado a otras tres mujeres. Pone su mano cerrada sobre su pecho en ademán de esperanza y no me dice nada. Entonces voy a liberar a las seis mujeres que quedan, pero cuando me quedaba una me sorprende un empleado con las manos en la masa y dos mujeres le embisten para que yo pueda liberar a la que queda. La libero y me voy corriendo hacia la salida.
Libertad, luz del sol, mi casa. Todo ha terminado, más el recuerdo de aquél lugar me atizan y me lastiman el corazón, impidiéndome volver a vivir una vida normal... No puedo vivir pensando en que ese maldito manicomnio sigue haciendo experimentos, podría denunciar pero... No sería raro que me tomasen por loca y no quiero volver allí.

jueves, 3 de julio de 2008

11 Las puertas cerradas.

Una vez más estamos frente a las seis puertas, quedan dos por abrir, pero una está cerrada.
- Joder... Me estoy hartando, eh.
- Y yo, en fin, queda una puerta, entremos.
Tras decir eso Alicia se aproxima a la 6ª puerta, Carol y yo vamos tras ella.
- Mierda...
- ¿Qué?
- Cerrada también.
- Entonces... Después de todo, aquí no está la salida.
- No se qué decirte... ¿Qué hay tras las dos puertas cerradas? Supongo qué serán recuerdos de otras dos personas pero, que sepamos, solo somos cinco y aquí hay seis puertas.
- Las dos que quedan, está claro que una de ellas es del viejo que estaba con Carol cuando la encontramos, pero la otra...
- Tal vez esa sí que sea la salida, pero, ¿cómo abrimos la puerta?
- Si, ¿y por qué la del viejo no se abre?
- Tal vez sea porque no está el...
- Pero la de Ayumi...
- ¿Quién es Ayumi? ¿La chica del psiquiátrico? ¿La conocéis?
Carol nos mira a Alicia y a mi intrigada.
- Si bueno... La encontramos muerta ya...
Carol traga saliba y mira hacia abajo.
- Oye, un momento, Ayumi no escribió en el foro cuando estaba en el psiquiátrico.
- Tal vez...
- ¿Hum?
- En mi caso abrimos la puerta 2 veces, la primera vez vimos mi hogar... Y en la segunda cuándo escribí en el foro.
- Entiendo...
Nos acercamos de nuevo a la puerta de Ayumi y la abrimos.
Ayumi está en una habitación y no, no es la del psiquiátrico. A Alicia y a Carol se les ilumina el rostro.
- Es... Está en su casa... ¿Cómo..?
- Hay, ¡qué bien!
- Pe... Pero... Está llorando.
- Hombre, normal, yo no sería capaz de vivir con recuerdos tan horribles en mi cabeza...
Ayumi está frente al ordenador llorando y... Mierda, si, el puto foro. 10/06/2008, las once y media de la noche...
¿Qué? Un momento... Las manos temblorosas de Ayumi sostienen un cuchillo, Ayumi lo observa a través de sus ojos llorosos...
Todo negro, una vez más.
- ¿Qué? Joder...
- Pero... No se ha suicidado...
- ¿Hum?
- Si, cuando yo desperté como se disparaba, por lo tanto no se suicidó en ese momento, sino después, cuando despertó aquí.
Nos quedamos en silencio por unos instantes, pensando, reflexionando...
- Tenemos que abrir las otras dos puertas; una de ellas tenemos una ligera idea de cómo abrirla, pero la otra...
- Ha, ¿sí?
- Si... Necesitamos al viejo.
- Joder, ya lo hemos hablado antes, ¿y la de Ayumi cómo es que la hemos podido abrir?
De nuevo el silencio nos entierra en la oscuridad de la habitación.
- Tal vez...
Alicia y yo miramos a Carol con interés.
- ¿Sí?
- Tal vez sea el papel...
- ¿Cómo?
- El papelito con la fecha y la hora... Tal vez no los tengamos por que sí...
- Ha, coño... Es verdad...
Alicia se vuelve hacia nosotros cabizbaja...
- Vale... Pues... ¿Cómo conseguimos el papelito? Ese viejo chalado nos quiere matar...
- De momento, busquémosle.
- Como quieras...

miércoles, 2 de julio de 2008

10 El laboratorio.

¿Por qué no se ha abierto esa puerta? ¿Qué esconderá? Marcos parece tenso... Alicia le mira con preocupación.
Cada vez que vuelven a mi cabeza las imágenes de mi casa se me para el corazón y me quedo sin aire.
- Marco... ¿Probamos con la 1ª?
- Como quieras, Carol.
Nos acercamos a la 1ª puerta, abrimos...
- ¿¡Qué!?
- ¿Qué es esto?
Tras la puerta no hay nada, vacío, negro, abismo...
"No puedo inventarme un hogar cuando no lo hay..."
Marco mira hacia el suelo y se muerde los labios con cara de decepción, Alicia le consuela.
- No te preocupes, quedan dos puertas.
- No es eso... Yo...
- ¿Hum?
- Verás yo no tengo hogar... Yo no tengo dinero... No tengo... No tengo nada.
- Ma... Marco... Lo siento...
La pantalla de la máquina virtual se pone negra, no veo nada.
- ¿Carol? ¿Alicia? ¿Qué está pasando? No veo nada...
- Marco, ¿Marco? Yo tampoco...
- ¿Donde estáis? Alicia... Marco...
¿Dónde estamos? Es... Es un cibercafé. ¿Hora? 22:54
- Este ciber...
- Mira... Ahí estas.
- La fecha y la hora coinciden... Lo suponía, el foro... Ese maldito foro, ¿qué es lo que pasa con ese foro?
- ¡¡Vamos, corred hacia la salida!!
Corremos hacia la puerta del ciber, a través de los cristales podemos ver la calle, la libertad, la luz del sol...
Marcos agarra el pomo de la puerta, lo gira.
Otra vez dónde siempre, una habitación oscura con 6 puertas...
- ¡¡JODER!! ¡Basta ya! ¿¡Qué quieres de nosotros!?
Marcos grita sin saber a quién o qué dirigirse.Alicia empieza a llorar y se desploma en el suelo. Sus manos temblorosas apolladas en la gravilla se empapan con sus lágrimas.
"Es lo que vosotros queríais."
- ¡¡Joder!! Déjanos salir... Sólo quiero salir de aquí...
- Alicia...
No me salen las palabras... Tal vez nunca salgamos de aquí, ¿qué va a ser de nosotros?
Marcos corre hacia la 2ª desatando su rabia y su angustia. La puerta está abierta.
Marcos se queda paralizado ante la puerta y nosotras nos acercamos lentamente.
Una habitación blanca... Acolchada... Como un psiquiátrico.
Entra en la habitación un hombre con unas cadenas. Se acerca a ella lentamente.
- N...No... Por favor... ¡¡POR FAVOR, NO LO HAGAS!!
- Ya es la hora, Ayumi.
El hombre... No puedo mirar... Vuelven a mi cabeza esas horribles imágenes. Casiano, la sangre, la cámara de vídeo...
- ¡¡¡PARA!!!
- Ca...Carol... No puede oírte, ¿recuerdas?
La chica llora y grita, no se puede mover, está encadenada... No puedo seguir viéndolo. No puedo evitar llorar...
Alicia se arrodilla y me abraza apoyando mi cabeza en su pecho para impedir que siga viendo.
Suena una sirena y el señor frunce el ceño.
- Vaya... Se nos ha ido el tiempo Ayumi... Volveré mañana. Esperemos que lo consiga, y ya sabes, debes cuidar bien de tu hijo.
Ayumi no dice nada. La libera y la saca de la habitación tirándola de la camisa de fuerza.
Les seguimos a través de un pasillo con varias puertas, tras las puertas hay mas mujeres, muchas de ellas embarazadas.
Sientan a la chica en una silla y una mujer bastante mayor le da un puré con una cuchara, la chica se lo toma en silencio.
- Venid.
Marcos sale de nuevo al pasillo, nosotras le seguimos.
- Quiero saber qué pasa aquí...
Pasamos por puertas y vemos por las ventanillas situaciones como la que habíamos vivido hace unos minutos.
Entramos en una habitación. Hay recipientes de plástico con rejillas para ventilar y dentro hay bebés.
- Bebés...
- Ma...¿Marco?
- Sí, las violan para obtener bebés pero...¿Qué hacen con los bebés? Vamos, por esa puerta.
Entramos a lo que parece un laboratorio.
- ¡¡DIOS MIO!!
Alicia se tapa el rostro con las manos.
Están experimentando con los niños...
- Dios santo... ¿Qué es lo que hacen?
Marco se acerca a una mes llena de papeles. Alicia le sigue y los leen atentamente. A medida que leen sus rostros se desfiguran.
- No... No puede ser verdad...
- ¿Marco? ¿Alicia?
- Experimentan con ellos para... Para crear una raza superior al ser humano. Un paso más en la escala de la evolución.
De nuevo la pantalla negra.

martes, 1 de julio de 2008

9 El wisky, el despacho, la sangre.

- ¿Carol?
- Euh... ¿La 4ª?
- Vamos.
Abrimos la puerta. Parece una despensa... Pero esto ya no es mi casa. Miro a Marco y Carol. Están bastante confusos, ¿vivirá alguno aquí?
- Entremos.
Abrimos la puerta de la despensa y entramos en la cocina.
- N...No...¡¡NO!! ¡Sacadme de aquí! ¡No, por favor!
Alicia corre hacia la puerta por la que entramos y la golpea intentando abrirla sin éxito alguno. Se tira al suelo y empieza a llorar desconsoladamente.
- Alicia... No quiero estar aquí, no quiero volver.
- ¿Esta es tu casa?
- No te preocupes no es real, volveremos a donde antes en cuestión de minutos.
- Alicia, Carol, vamos.
En el salón está puesto el telediario y hay una mujer en el sillón y Carol enfrente suya.
- ¿Tu madre..?
- S...Si.
Carol me agarra de la camiseta con fuerza y agacha la mirada. Nosotros observamos la escena.
Carol lleva sólo unas bragas manchadas de sangre. Su madre sostiene una botella de wisky y mira el telediario.
- Mama... No quiero estar con Casiano, el no es mi padre, no quiero... ¡Mamá!
Casiano se asoma tras la puerta, lleva una camiseta sin mangas y unos calzoncillos. Tiene una tripa notable y apenas un par de pelos en la cabeza. En la mano derecha sostiene una cámara de vídeo.
- Carol... No hemos acabado aún, ¿qué quieres de tu madre? ¡No la dejas vivir, estúpida! ¿Ves como está? Es tu culpa...
- Y...Yo... ¡¡Mamá!!
Carol se tira al suelo y se tapa el rostro con las manos.
Casiano se acerca con paso firme y agarra a carol de la muñeca.
- ¡Vamos, coño!
Carol se levanta y va tras el con la cara empapada y la mirada gris. El salón se queda de nuevo untado por el sonido del telediario y el olor a wisky barato.
Miro a Carol y la abrazo. Está temblando.
Marco tiene la mano derecha ocultando sus ojos, se muerde los labios.
- Po... Por favor... Vámonos.
- Carol, tenemos que ver algo más. Solo es un momento, ya nos vamos, ¿vale?
- Vale pero... No bajéis al despacho, por favor.
- Claro que no, cariño.
Exactamente como en mi casa, día 10, esta vez a las 16: 00.
- Aún quedan 5 minutos... Aún estoy en el despacho.
Esperamos los 5 minutos. Mientras observo a la madre de Carol. Tiene el pelo teñido de rubio, pero la raíz negra le abarca ya unos 10cm. Sus ojos azules tienen la mirada perdida por alguna esquina de la habitación. Bebe de su botella regularmente, casi inconscientemente. Tiene un moratón en su cara arrugada y comida por el tiempo.
De repente podemos oír un un grito que se acompaña de gemidos y llantos, que se oye doloroso por toda la casa. La madre de Carol derrama una lágrima y cierra los ojos.
Carol está llorando desconsoladamente, se tapa los oídos con las manos. Está sentada en el suelo mirándose los pies.
Ya son las 16:04. Carol sube del despacho. Ahora también lleva una camiseta que le queda grande y parece un vestido.
La seguimos hasta su habitación. Saca un portátil de un cajón y busca algo en la web.
- Es el foro... ¿Qué pasa con ese foro, quién lo ha creado? ¿Es el que nos ha metido aquí?
- Nose... Vámonos, Carol, guíanos hacia la salida.
Corremos hacia la salida pero entonces Carol frena en seco. Se pega a la pared con cara de terror.
- ¿Carol?
- Ca...Casiano... Él me está mirando fijamente.
- Eso es imposible, vámos, corre.
Casiano frunce el ceño y se acerca hacia Carol.
- ¡Vamos, Carol!
Carol traga saliba y sale corriendo hacia la salida, va a agarrar el pomo de la puerta y...
Todo negro otra vez.
Ya estamos donde antes. Es imposible.
- ¡¡JODER!! ¡Me cago en la ostia!
- Tranquilízate, Marco.
Carol permaneze en el suelo llorando.
- Carol yo... Lo siento...
- No es tu culpa.
- No dejaré que vuelvas ahí, no obstante, tenemos que salir de aquí.
- S...Si.
- Carol, Alicia... ¿Creéis que en alguna de estas puestas estará mi casa?
- Seguramente.
- Quiero verla...
- ¿Enserio?
- Si...
- Probemos, entonces.
- Siguiente puerta, ¿Carol?
Carol permanece en el suelo con las manos en la cabeza.
- Decidiré yo, Alicia.
- Como quieras.
- La 5ª.
- Probemos pues.
Nos acercamos a la 5ª puerta.
- Dejadme abrir, por favor.
¿Por qué está Marco tan ansioso por ver su hogar? ¿Lo echa de menos?
La puerta está cerrada.
- ¡¡MIERDA!!
- ¡Tranquilo, Marco!
- Lo... Lo siento...
- Probaremos con otra, ¿vale?
- Vamos.