domingo, 6 de julio de 2008

14 La despedida.

¿Qué? ¡Es Carol!
- ¡Ya vamos!
Marco y yo corremos hacia el lugar del que procede la voz de Carol. Llegamos a un cuarto oscuro al fondo del pasillo.
- ¿Carol?
- Venid...
- ¿Qu...Qué pasa?
- Mirad, es una puerta pequeña, aquí, en la esquina.
- Anda, mira Marco, acércate, es verdad... Parece... Un conducto de la ropa sucia.
- Si, es posible que el hombre que me apuntó con la pistola esté por aquí.
- Si... Es posible... Vamos.
Marco hace una señal con la mano para que le sigamos y se mete por el conducto.
Está muy oscuro, no se ve el final.
Al fin salimos. Una habitación como todas las que hemos visto el tiempo que llevamos en el edificio; suelo de gravilla, paredes grises...
Salimos de la habitación y llegamos a otro pasillo, más puertas, escaleras... Es exactamente igual a lo que hay al otro lado del conducto.
- Dios... Que rallada de sitio, coño.
- Pues si...
Avanzamos de habitación en habitación, abriendo las puertas con mucho cuidado utilizando el truco de Marco. Las trampas ya no nos sorprenden, es todo igual.
- Este sitio me aburre...
- Si y a mi... Lo raro es que no hay puertas abiertas... Parece que el viejo no ha pasado por aquí...
- Cierto... ¿Bajamos a otro piso?
- Está bien...
Vamos recorriendo todos los pisos pero todas las puertas están cerradas, no hay ni rastro del viejo...
- Tal vez haya cerrado las puertas según entra...
- Sí, es posible...
- Vamos, no podemos perder más tiempo.
Vamos buscando por el edificio. Carol va agarrada de mi mano. Sea como sea tengo que ayudarla... La sacaré de aquí y la daré la vida que se merece.
¿Qué? ¿Qué pasa? La pantalla de este estúpido cacharro está negra, ¿se ha estropeado?
- ¿Marco? ¿Carol?
Ya no noto como Carol me agarra pero aún puedo oírla.
- ¿Alicia? Alicia, ¿estás bien? ¿Qué te pasa?
Ahh, joder, ahora suena un pitido agudo y molesto, está muy alto, no puedo soportarlo. Esta cosa se ha debido estropear, dios... Es horrible.
Ya puedo ver, aunque el pitido no cesa...
Estoy donde antes pero... Marco y Carol ya no están y no puedo oír nada por el maldito pitido.
- ¡¡Marco, Carol!!
¿Qué? A mi lado... Es... Aquel viejo al que buscábamos, me apunta con su arma. Su sonrisa y su mirada me aplastan y me hacen diminuta, se dispone a apretar el gatillo... No... No puedo morir ahora. Saco mi arma rápidamente y le disparo, no una, sino tres veces y seguido me tiro al suelo a llorar... Acabo de... Acabo de matar a una persona.
La pantalla de nuevo se vuelve negra...
"Has caído en mi trampa... idiota."
¿Cómo? ¿Qué pasa? La maldita voz... ¿Qué trampa? Vuelvo a estar con Marcos y... Dios mío... Ella... Carol... Está muerta. Marco me mira imbadido por el pánico.
- Qu...¿¡Qué has hecho!? ¡¡Estas loca!! ¿Qué coño te pasa? ¡¡Que es una niña, joder!!
- Y... Yo no...
Me duele la garganta, se me oprime y se me cierra impidiéndome hablar. Mi cara se empapa de lágrimas por completo.
- Yo... ¡¡Yo no..!!
Me acerco lentamente a Marco a pasos temblorosos. Él saca la pistola y me apunta.
- N... No Alicia, no te acerques más.

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