lunes, 30 de junio de 2008

8 Recuerdos amargos.

Es mi desván, no hay ninguna duda de ello.
- Yo...Yo...Os juro que no sé qué es lo que está pasando...
- Esta bien... Sigamos.
- Seguidme.
Les guío hacia mi cuarto. No es posible... Lo que estoy viendo es... Soy yo. No parezco notar nuestra presencia. Estoy llorando. Mi padre entra en la habitación y se acerca a mi, me coge por los hombros rápidamente y me levanta de la silla.
- ¡¡Te voy a dar motivos para llorar, criaja, baja de una puta vez a fregar los platos y déjate de gilipolleces!!
Marco se acerca a paso ligero hacia mi padre y levanta el puño. Le atraviesa, no podemos tocarles. No podemos tocar nada, todo lo traspasamos.
Yo me quedo en mi cuarto secándome las lágrimas. Esto es algo qué pasó hará una semana, esto ya lo he vivido...
No puedo evitar derramar una lágrima al ver la escena.
- ¿Alicia..?
- Esto... Esto pasó hace un tiempo...
- ¿Por qué llorabas?
- Llevaba un año y medio con mi novio... Él y mi mejor amiga...
Mis palabras se pierden por la habitación.
- Mi madre murió hace tres meses, bomitaba siempre lo que comía, un día... se ahogó con su propio bómito. Mi padre siempre la decía que estaba perdiendo con los años... Decía que no valía nada.
Me tiemblan los labios. Bajo la mirada secándome las lágrimas con la mano. Marco me abraza.
- Vámonos de aquí.
- Venid, vamos a la salida, tal vez...
En mi rostro se dibuja una dulce sonrisa. Les guío corriendo hacia la salida. Nos paramos frente a la puerta.
- ¿Al fin saldremos de aquí? ¡Vamos!
- S...¡Un momento! ¡Venid!
Voy corriendo a la cocina. Ellos me siguen.
- ¡¡Mirad!! Tal y como pensaba...
- Ostias...
- Día 10 a las 15:08 ¡¡Corred, seguidme!!
Subimos a mi habitación. Estoy en el ordenador escribiendo algo... En un foro... Ha ya lo recuerdo... ¿Es esto?
- Anda... Yo también estuve en ese foro...
- Euh... Y yo...
- Pero ¿Qué tiene que ver? Hay más gente que ha escrito ahí y aquí que sepamos solo estamos 5.
Un momento... ¿Qué es lo que hago? Estoy cogiendo un cuchillo... Ha si... Pero, ¿qué pasó después? No recuerdo lo que pasó ¡Desperté aquí!
- ¡Mirad! No recuedo nada tras eso, desperté aquí, !al fin sabremos como llegamos aquí!
La pantalla del cacharro de realidad virtual se vuelve negro y aparecemos en donde antes, una habitación con 6 puertas.
- ¡¡MIERDA!!
- Maldito cacharro...
- Es igual, volvamos a entrar y salgamos por la puerta.
La puerta está cerrada.
- No...Mierda....¡¡No, joder!!
- Veamos qué hay tras las otras puertas... No te preocupes, seguro que salimos de aquí.

sábado, 28 de junio de 2008

7 La puerta escondida.

-Oye Alicia tienes que ver algo...
Me saco algo del bolsillo y se lo doy a Alicia discretamente percatándome de que Carol nos observa un poco confundida.
- Ha si, Carol, ¿tu no tendrás nada parecido a esto?
Se lo enseño a ella también. "10/06/2008, 23:31".
- Haaa, si. Mirad, en el mío dice "10/06/2008, 16:05".
Carol sigue comiendo sentada junto a Alicia. Si supiera de dónde ha salido esa carne... Ayumi lleva ya varios días muerta, creo que no deberíamos comernos su carne... Pero es mejor que nada.
- Oye, Carol, ¿quién era el señor de antes? ¿Le conoces?
- Qué va, entró en mi habitación y me empezó a preguntar cosas y a apuntarme con la pistola...
- Ha, vale. Marco, ¿hemos hecho bien en dejarle ir? ¿No será peligroso?
- Si te soy sincero, no parecía muy inteligente, y estaba muy nervioso... No creo que dure mucho. Prefiero que muera el solo, no me gustaría tener que matar a nadie.
Tras comer Carol apoya la cabeza sobre las piernas de Alicia y se echa a dormir. Me pregunto qué hará aquí Carol... Es tan pequeña... Esto es inhumano.
Carol es también muy bonita; sus mejillas sonrosadas resaltan bastante sobre su tez pálida y sus ojos azules son preciosos. Tiene el pelo hasta la altura de los hombros, negro brillante, con un flequillo muy gracioso.
Tal vez Carol y Alicia no sean como yo las veo... Con este maldito cacharro de realidad virtual no me puedo fiar, tal vez estemos en un sitio muy diferente a lo que vemos. Todo esto me ralla, estoy harto.
Por fin se despiertan, se habían quedado las dos sopa. Sera mejor que nos demos prisa en continuar.
- Ya os habéis levantado... Bien, vamos marmotas, no hay tiempo que perder. Vamos a salir de aquí.
Carol frunce el ceño y Alicia la abraza. Parece que ya se llevan muy bien...
Ya hemos abierto todas las puertas del primer piso, esto parece que avanza, hoy subiremos al segundo. Abrimos puertas, esquivamos trampas, encontramos muros de ladrillo...
Ya nos queda tan solo un piso por investigar, ya no queda nada.
No puede ser, no es posible, ya no quedan puertas, ¿dónde está la salida?
- Marco... ¿Ahora qué?
- No sé... Debe haber trampillas o algo así. Estoy seguro de que hay una salida, tenemos que buscar mas, ¡vamos, joder!
- Euh... Si.
Vamos buscando trampillas o algo parecido por todas las habitaciones, sin éxito alguno.
- Me rindo, estoy muerto, descansemos un poco.
Me apoyo en la pared y me siento. Alicia se sienta a mi lado.
- Descansemos un poco, antes no he podido dormir.
- Euh... Marcos, aquí hay algo extraño...
Alicia palpa la pared tras ella. ¡Claro, la habitación está empapelada! ¿Cómo no hemos caído?
- ¡Alicia, rápido quita el papel de la pared!
¡Una puerta! Lo sabía.
- ¡¡Una puerta!!
Hay 6 puertas mas... ¿Cuál abrimos? ¿Habrá trampas?
- ¿Ahora qué? ¿Cuál?
- No sé... ¿Cuál preferís?
- Me es igual... Carol elige tu.
Alicia sonríe a Carol y ella señala la 3ª puerta.
Abrimos la puerta. Carol y yo avanzamos unos pasos, pero Alicia permanece inmóvil.
- ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? ¿Será la salida? ¿¿Alicia..?? Venga, vamos.
- E...Esto...Este es mi desván.
- ¿Cómo? ¡¿Entonces tienes algo qué ver con esto?!¿Tienes idea de qué está pasando?
- Yo...Yo no entiendo...

viernes, 27 de junio de 2008

6 Carol.

¿Más gente? Creía que Marco y yo éramos los únicos aquí, además de Ayumi, claro.
- ¡No os mováis! ¡Dispararé!
- ¿Quién eres tú? ¿Tienes algo que ver con todo esto?
- Claro que no, yo voy a salir de aquí, ¡yo voy a ganar! Solo puede haber un ganador, es lógico, ¿no? Por lo tanto, vosotros sobráis.
Marco continúa su discursión con el hombre de la pistola y yo permanezco callada. La niña sigue en una esquina llorando, con las manos en la cabeza.
Marco y yo nos miramos con aires de complicidad y sacamos lo más rápido que podemos las pistolas.
- ¡Quieto! ¿No querrás morir? Nosotros te dejaremos ir, si disparas a alguien morirás. Vete y danos a la niña.
- ¡¿Qué?! Ni hablar. Vais a morir.
- Inténtalo.
El hombre permanece de pie frente a nosotros y nos mira muy nervioso, pensándose si disparar o no. Traga saliva, suspira y baja la pistola.
- Esta bien, os arrepentiréis.
El hombre sale de la habitación sin decir una palabra. Nosotros nos miramos y nos acercamos a la niña.
- ¡Dejadme! ¡No!
- Tranquila, no te vamos a hacer daño...
- Yo soy Alicia, y el es Marco, ¿cómo te llamas tu, peque?
- Euh... Yo... Yo soy Carol.
- ¿Llevas mucho tiempo aquí?
- No... 2 días.
- ¿Tienes hambre?
- Si... Mucha.
- Alicia será mejor que te quedes aquí con ella... Yo la traeré la comida.
- ¿¡Comida!?
Marco se fue y yo me quedé con la niña. Esta sentada en el suelo mirando al suelo sin decir una palabra. Me siento a su lado y apoyo mi mano en su hombro. Ella me mira y la sonrío.
- ¿Cuántos años tienes?
- 9 años...
- ¿Solo 9 añitos? Esto es demasiado... Qué cruel.
- No soy una cría, cállate.
- Esta bien... Yo tengo 18 años. ¿Sabes? Estoy segura de que tus padres te están buscando muy preocupados. Te ayudaremos a salir de aquí.
- ¡¡CÁLLATE!!
Carol se lleva de nuevo las manos a la cara y empieza a llorar.
- Ca...¿Carol? ¿Estás bien? ¿He dicho algo malo? ¿Qué pasa? ¿Tus padres...?
- No quiero recordar eso... La verdad, estoy mucho mejor aquí.
- ¿¡Cómo!? No digas eso, yo...
- Aun me acuerdo... En mi casa nunca nos hablábamos, mi hermano a penas pasaba por casa, mi madre siempre olía a wisky y mi padre... Yo no conozco a mi padre pero en su lugar está Casiano, el novio de mi madre. Él es el peor de la familia, a el le odio más que a ninguno. El aveces me hace quitarme la ropa y esa maldita cámara de vídeo y yo... yo...
La voz de Carol suena temblorosa y ahogada, no puede seguir hablando. Yo no tengo palabras, no sé qué decir, simplemente la abrazo y ella se agarra de mi camiseta y se queda junto a mi hasta que llega Marco.
- La comida.
Los ojos de Carol se iluminan y en su rostro se dibuja una sonrisa.
- ¡Qué bien! ¿De dónde la has sacado?

jueves, 26 de junio de 2008

5 El almuerzo.

Voy abriendo puertas y llendo de habitación en habitación, retrocediendo sobre mis pasos.
Han pasado ya 2 horas, queda menos.
3 horas.
5 horas.
7 horas.
No puede ser, ya debería haber llegado a la habitación del principio.
- ¿Alicia? ¿Me oyes?
Nada. Maldito walkie-talkie.
- ¡Alicia, responde!
-¿Euh? ¿Marco? Hola.
- Ay, gracias a Dios.
- Marco tengo hambre... Por aquí no hay nada.
- Alicia, tenemos un problema, por aquí tampoco.
- ¿Cómo? ¿Aún no has encontrado la habitación de la trampilla?- No...
- No deberíamos habernos separado.
- Vuelvo hacia delante, ¿vale?, tu retrocede y nos volveremos a encontrar.
Ya han pasado 2 días, no encuentro a Alicia, no se que va a ser de nosotros, necesitamos comer y no podemos salir de estas malditas habitaciones, no se que esta pasando, todo es muy raro, por más que avanzo no la encuentro, no encuentro el principio, no encuentro el final...
- ¿Alicia?
- Marco...
- ¿Qué podemos hacer?
- Esto es interminable.
- Debemos de habernos pasado algo por alto, estoy convencido...Pero, ¿qué?
- Creo que no puedo más, Marco... No quiero seguir...
- Alicia no te des por vencida...
- Marco...
- Encontrare un modo de que nos volvamos a ver.
¿Qué es lo que hacemos mal? Tiene que haber un modo de salir...
- ¡¡AAARGGGHH!!
No puedo más, tengo que encontrarla, correré hasta volver a verla, de habitación en habitación, tengo que volver a verla, la encontraré, le prometí que saldríamos juntos de aquí.
- ¡Uuuah!
Pierdo el equlibrio y caigo de boca. Auch, que daño... Estoy sangrando. Me tapo la nariz con un pañuelo. La sangre gotea en el suelo. Que daño... Es igual, he de seguir.
Abro la puerta y entro en la próxima habitación... Un momento... Eso que veo es... No puede ser, es mi sangre en el suelo. Vuelo a la habitación y mi sangre sigue ahí, pero en la siguiente habitación también, ¡¿qué coño?!
- ¡Alicia! Deja de andar. Cada habitación es la misma, es inútil...
- ¿Cómo? Marco, ¿estás bien?
- Mira te lo demostraré. Coge la navaja y haz una marca en la pared.
- Si.
- Ahora pasa a la siguiente habitación y verás que la marca esta ahí.
- M...Marco... ¿Qué está pasando? ¡¿Qué vamos a hacer!?
- Tengo que pensar... Tenemos que pensar en algo...
- Pe...Pero, ¿porqué entonces no estamos en la misma habitación?
- No lo sé... Tal vez al separarnos... No sé, esto es muy raro.
¿Qué vamos a hacer? Piensa...
- ¡¡Joder!!
¡A la mierda, joder! Doy golpes a todo, no puedo parar. No puedo más, esta situación me desespera. ¿Qué hago, qué hago? Espera... La mochila... Tal vez...
Todo inútil. Un momento...¿Un martillo? ¿Qué habrá tras estos tabiques? Golpeo la pared, la resquebrajo, la hiero, la caliento, la derrumbo... No puede ser, otra habitación, otra puerta, otra mancha de sangre. ¡¿Esto nunca va a acabar?!
Me desplomo en el suelo junto a mi moral y mi esperanza, solo, con la puerta, con la sangre, no hay nada más, estoy atrapado.
Apoyo las manos en el suelo, pero una mano se me hunde, este tablero esta suelto. Tal vez... Quizás... Quito el tablero, el de al lado, y todos los demás... ¿Cómo? ¿Qué es esto? Dios mio...
- ¡¡ALICIA!!
- ¿Marco..?
- ¡¡Alicia, el suelo!! ¡¡QUITA LOS TABLEROS!!
No puedo evitar reír con sonoras carcajadas, carcajadas de victoria, de esperanza, carcajadas de felicidad.
- ¡Marco, dios mío!
Una trampilla... ¡La trampilla! Todas las habitaciones son la misma, la del principio, la del final, ¡todas!
Abro la trampilla y bajo y allí la veo... Nunca me había alegrado tanto de ver un cadáver... Allí esta Ayumi, la pistola, la sangre, la oscuridad.
Me siento en el suelo y me cubro el rostro con las manos, me seco las lágrimas y sonrío.
- ¡¡MARCO!!
Allí esta, al fin... Corre hacia mí y me abraza y no nos soltamos.
- Alicia... Al fin. Saldremos juntos de aquí.
- Marco yo... ¿Qué vamos a hacer? Tengo hambre, tengo mucha hambre.
- Creo que... Solo tenemos una opción.
Los dos cruzamos nuestras miradas y las enlazamos como si se tratasen de hilos que engendran un manto, hilos que nos unen y nos hacen sentir mejor. Los dos miramos con desdicha a la chica que yace en el suelo muerta.
Saco la navaja y me acerco hacia la chica, miro a Alicia y le doy mi chaqueta.
- Usa esto.
Alicia saca un mechero y coge la chaqueta.
El fuego y la carne están listos. Al fin saciaremos nuestra hambre.
- Sigamos.
Me dirijo hacia la puerta, entonces Alicia se acerca por detrás y me agarra del brazo.
- No quiero que nos volvamos a separar, ¿he? Lo he pasado fatal.
- No te preocupes.
La miro y sonrío para tranquilizarla.
Seguimos caminando y salimos de la habitación pero nos paramos en seco.
- Marco... ¿Ahora qué? ¿A abrir puertas?
- Supongo... vamos.
Saco la cuerda y la navaja y nos ponemos en marcha.
Se oye un grito, parece una niña, viene del piso de abajo. Alicia y yo nos miramos.
- ¡¡Vamos, Alicia!!
Bajamos y buscamos por las habitaciones. Ahí esta, un momento...
La niña esta en una esquina sentada en el suelo y se tapa con las manos la cara llena de lágrimas y espanto. A un par de metros de la niña hay un señor bastante mayor apuntándola con la pistola, ha notado nuestra presencia y se gira hacia nosotros con la pistola en alto.
Cómo es posible... Más gente, ¿quienes son? ¿Y ese señor, tiene algo que ver con todo esto?

martes, 24 de junio de 2008

4 Ayumi. El suicidio

¿A quién tengo entre mis brazos? ¡Se mueve! Una vez más, el miedo me paraliza y me ahoga impidiendome gritar. Las manos de el cuerpo, prácticamente inerte, me agarran con fuerza llegando ha hacerme daño, clavandome las uñas. Entonces, de repente, las frías manos que me aferraban temblorosas me sueltan.
Luz. Por fin luz.
- Marco... En la mochila... Lintern..
Alicia dejo escapar un grito segando el silencio.
En el suelo permanece inmóvil el cuerpo de una chica, la que me había agarrado hace un momento. Parece muerta, pero eso es imposible, hace unos instantes...
La luz de la linterna se pasea por la habitación mostrandonos la horrible escena. Una pistola, un cadáver y sangre, mucha sangre. Huellas de las manos que se han arrastrado por el suelo, que se han apoyado en las paredes, todo lo sucedido es claramente visible a través de las manchas que ha dejado la muchacha... También nuestra ropa esta manchada.
- Que... Que coño...
- Marco, ¿qué está pasando?
- Espera, creo que poco después de despertar oí un disparo, tal vez fuese esto lo que oí... ¿Se habrá suicidado? ¿Pero por qué seguía viva hace un momento?
- Tal vez no se trate de un suicidio, tal vez la hayan disparado...
- Lo dudo, si yo me encontrase aquí solo y perdido y diese con alguien no le mataría, lo has podido comprobar, pero eso es algo que ninguna persona consciente haría.
- Tal vez intentó suicidarse disparándose, se fue a dar en el pecho y, bien porque era tontita, bien porque no estaba segura de lo que hacía, no se dio en ningún órgano vital y se ha ido desangrando hasta ahora.
- Si, es lo mas probable... ¿Llevará identificación?
Alicia rebusca en los bolsillos de la ropa del cadáver.
- Ayumi Motoko. Del 78, es decir, 30 años.
- Pues era jovencita la chiquilla, de mi edad.
- Bueno... Lo mejor será que sigamos.
Alicia da media vuelta y se dirige hacia la puerta, voy a seguirla cuando veo algo al fondo de la habitación. Una trampilla en el techo.
- ¡Alicia, mira! Tal vez sea una salida...
- ¿Qué? ¿Así de fácil? No lo creo... Subamos.
Como era de esperar no es ninguna salida, da a otra habitación con una sola puerta, usamos el método que he ideado y la abrimos; otra habitación con una puerta. Abrimos la siguiente puerta y da a otra habitación con otra puerta.
- Marco... Llevamos aquí 3 horas y media abriendo puertas sucesivamente.
- Si... Creo que estamos pasando algo por alto, ¿cuántas puertas hay?
- ¿Y si volvemos hacia atrás? Al menos estamos seguros de que hacia atrás hay algo mas que habitaciones con puertas.
- Pero, ¿y si la salida esta por aquí?
- Tengo una idea, yo iré hacia adelante y tu hacia atrás y si encuentro la salida iré a búscate.
- No... Podríamos perdernos.
- Mira, en las mochilas hay "walkie-talkies".
- Pero Alicia... Joder... Esta bien, pero si no llegas a ninguna parte retrocede, ¿vale?
Antes de separarnos nos miramos durante unos instantes y yo, inevitablemente me acerco y la abrazo mientras susurro a su oído.
- Mucha suerte, Alicia, tarde o temprano, volveremos a vernos.
Alicia mantiene la mirada fija en un punto imaginario sin decir una sola palabra. Se sonroja.
- Adiós, Marco... Ten cuidado, por favor.
- Hasta pronto.
Abrí a puerta de la que veníamos para volver atrás y miré un segundo más a Alicia que permanecía quieta en medio de la habitación. Entré y cerré la puerta a mi paso.
Tal vez esto no sea buena idea. Vuelvo a abrir la puerta para ver a Alicia, no estoy seguro de lo que hacemos. Alicia ya no está, se ha ido.

3 Las puertas de la incertidumbre.

Nose quien será ni por qué esta aquí, al igual que yo, pero no podía dejarla morir. Es bastante guapa; tiene el pelo castaño oscuro y los ojos verdes y a pesar de que le saque una cabeza, es bastante alta.
- ¿En qué piensas Marco?
- ¿Eh? En nada... ¿Recuerdas como llegaste aquí?
- No, que va.
- Yo tampoco...
- Oye, ¿cómo piensas que salgamos de aquí?
- Nose, la voz dice que hay una salida, supongo que será verdad, sino... Prefiero no pensar en eso. Alicia mete la mano en el bolsillo de su pantalon y saca un trozo de papel, después lo obresva durante un rato con el ceño fruncido. Saco yo mi papel, lo miro y pregunto:
- ¿Tu también lo tienes?
- Si...¿Qué puede ser? Es una fecha pasada... ¿Qué pasó en ese momento?
- No se, ¿tú que fecha tienes?
- Mira.
"10/06/2008, 15:08" Es la misma fecha, pero a otra hora...¿Qué pasó ese día?
- Mira el mío, es la misma fecha.
- Qué cosa mas rara...
- Bueno, no perdamos el tiempo, vamos a intentar salir de aquí.
Salimos de la habitación y llegamos al pasillo...Había olvidado las malditas puertas, los pisos llenos de puertas que te incitan a entrar.
- ¿Qué? ¿Qué es esto? Cuantas puertas... ¿Por dónde vamos?
- Nose que hay tras las puertas pero creo que algunas esconden algo peligroso, nose, la voz me advirtio de algo así.
- Joder con la maldita voz...
Talvez en mi mochila haya algo útil para abrir las puertas. ¡Ahá! Esto servira...
- ¿Qué haces Marco?
- Piensa que quizás hay trampas tras algunas puertas. Coge la pistola y estate atenta, yo abrire la puerta con esto.
- ¿Cómo? ¿Se puede saber qué haces?
- Observa.
He atado la cuerda que encontre en la habitación donde desperté al pomo de la puerta y he clavado la navaja a la pared. La cuerda pasa bajo la navaja y sube de nuevo hasta mis manos.
Tiro de la cuerda y el pomo cede. Suelto la cuerda y la puerta se abre lentamente y justo cuando estaba casi completamente abierta, una barra de metal con el extremo punzante sale disparada y se clava en la pared de enfrente.
Alicia deja caer la pistola y ahoga un grito invadida por el miedo.
- ¿Ves? Tal y como pensaba, trampas. Debemos andar con cuidado.
Probamos con algunas puertas mas dando con mas trampas y muros de ladrillo, pero al final damos con una habitación.
- ¿Hola? ¿Hay alguien?
Esto ya lo he vivido con Alicia... ¿Habrá mas gente?
- Marco estoy asustada... Vámonos, esto está muy oscuro.
- No, joder, talvez no estemos solos, talvez haya mas gente pasando por nuestra misma situación. - Pero...
- Vamos.
Caminamos por la habitacion lentamente porque no se puede ver nada, esta habitación esta especialmente oscura, o talvez sea mi impresión. No encontramos paredes y estamos un poco desorientados...
- ¡MARCO!
Alicia grita, me agarra con fuerza del brazo y cae al suelo inevitablemente.
- ¿Qué? ¡Alicia! ¿Qué pasa? No veo nada...
Podemos oir a alguien más respirando con dificultad, pero no podemos movernos, el miedo congela nuestros musculos atrapandonos en la oscuridad.
- Ma...Marcos...
Puedo oir la respiracion asiada que no cesa, que esta velada en alguna parte de la osucridad...Tambien puedo oir los sollozos de Alicia, asustada, inmovil...
Me arrodillo y palpo el suelo despacio buscando a Alicia, entonces noto su cabello y la agarro por los costados arrastrándome hacia la puerta.
- ¡Marco! ¡Ayudame, no te vayas! ¿Dónde estás?
Alicia...¿A quién estoy sujetando entre mis brazos?

lunes, 23 de junio de 2008

2 Alicia. El encuentro.


Aun no entiendo por qué estoy aqui, ni cómo he llegado. No recuerdo nada, ¿qué pretende el tipo de la voz extraña? Me da igual, no quiero saber nada de nadie, estoy harta de todo, cuando me encuentren estaré muerta.
Siento como me debilito por momentos mientras veo mi sangre fluir a través del corte que me he hecho. No se que pretendían, pero solo me han facilitado acabar con toda esta mierda.
¿Qué? Alguien ha cogido el pomo de la puerta. La estan abriendo, ¿quién es? No importa, me voy a morir, da igual todo.
-¿Hola?
Es un chico joven, ¿qué hace aqui?, ¿viene a por mi?
-¿Hola?, ¿hay alguien? Esto esta muy oscuro...
Nose si contestar...Talvez este en la misma situacion que yo.
-Ho..Hola...Estoy aqui abajo.
-Euh...¡Hola!, al fin encuentro a alguien, ¿qué haces ahí tirada?¿Te has hecho daño?¿Te echo una mano?
-¡Dejame! No necesito a nadie.
-Por favor, ¿tu sabes qué está pasando? Estoy confuso, no recuerdo como he llegado aqui, esto es muy extraño...Eh un momento, estas herida, ¿qué?, ¿qué has hecho? ¡Dios mío! No, no... porfavor ayud...
-¡Callate! ¡Vete! No quiero vivir.
- No porfavor, saldremos de aqui hazme caso.
En su rostro veo reflejadas sensaciones que me hacen estremecer... Parece asustado, confundido, solo, nervioso...Extiendo los brazos y me ayuda a levantarme.
- Ven por favor, sabes que esto no es lo que de verdad quieres, saldremos de aqui y seguiras tu vida normal y corriente.
- ¡No quiero esa vida! ¡Es todo injusto, este mundo ya no vale nada, es un mundo de mierda con gente de mierda!
- Sabes...Talvez no lo creas, pero te entiendo, y creeme que a mi me encantaría desaparecer de aquí y olvidarme de todo, pero sé que puedo cambiar las cosas, sé que todo depende de mí. Y tu también puedes cambiar tu vida. Para empezar, tu yo saldremos de aquí sanos y salvos, por favor, no me dejes solo.
¿Por qué me mira tan fijamente? Esos ojos...Esa mirada me pide socorro y nose que hacer...
- Esta bien, me arrepiento, ¿contento? Pero me estoy desangrando, ¿cómo prentendes evitar que me muera?
- Ehm...Joder...No sé
"Esto ya estaba previsto, tienes los materiales necesarios."
- ¿Oye? ¿Pasa algo?
- Esa maldita voz otra vez...
- ¿Qué? ¿Tu tambien la oyes? ¿Sabes quién habla?
- No, que va. Es el cabrón que esta detrás de todo esto, estoy seguro. Espera un momento...
Rebusca algo en la mochila que lleva y saca un pequeño botiquín.
- ¿Qué pretenderá? Esto tal vez ayude... Trae el brazo.
- ¿Cómo? Auucchh... Escuece.
- Tengo que limpiar la herida, a ver si conseguimos cerrarla. El corte no es muy profundo, estoy seguro de que en realidad no quieres morirte.
- Callate.
A decir verdad, no estaba segura de querer morir, tenía miedo. En el fondo yo siempre habia tenido la esperanza de que las cosas cambiarían, y que este chico haya aparecido cuando estaba a punto de desangrarme...Talvez no sea una coincidencia.
Tal vez me he pasado un poco, no ha dicho ni una sola palabra desde que le he mandado callar, permanece cabizbajo curándome la herida.
- Oye... Me llamo Alicia, es un placer.
- Ha si, no me he presentado, lo siento, soy un desastre. Yo me llamo Marco y tengo 29 años.
- Uff, estas hecho casi un abuelete, hehe, yo tengo 18.
- Parece que la herida va a mejor, creo que me vas a deber una.

domingo, 22 de junio de 2008

1 Marco. El despertar.

¿Qué?¿Que ha pasado?, ¿Donde estoy?
"Al fin has despertado, Marco. Bienvenido, el juego acaba de comenzar.
Para ganar en este juego debes conseguir tan solo una cosa; sobrevivir. Ah y otra cosa, te recomiendo que no pierdas el tiempo, que en este juego es algo muy valioso, no intentes quitártelo; el aparato que llevas en la cabeza se abre con una llave que encontrarás a la salida de este edificio, si sales con vida. Adiós y buena suerte."
¿Qué es esto? Parece un sistema de realidad virtual...¿Qué es este sitio? Una habitación con las paredes grises y el suelo de gravilla, sin ventanas y con el techo desquebrajado, parece una casa abandonada, a medio construir.
En frente mía una puerta y a mi lado una mesa. Me acerco a la mesa y observo sobre ella una navaja, una pistola, una cuerda, una mochila llena de trastos y un trozo de papel en el que se puede leer: "10/06/2008, 22:54" ¿Qué quiere decir esta fecha? Este día ya ha pasado, hoy estamos a día 22...No entiendo que querrá decir. Guardo el trozo de papel en mi bolsillo.
Un gran estruendo me sobresalta, un disparo, ¿de dónde viene? Corro intentando buscar de donde ha venido el sonido. Cuando salgo del cuarto gris encuentro un pasillo lleno de puertas, nose por donde ir. "Cuidado con lo que haces, ¿no querras morir?" ¿De donde procede la voz?, ¿quién habla? La voz suena distorsionada.
¿Qué habra tras las puertas? Le doy vueltas a las palabras que acabo de oir, ¿esto va enserio? Talvez se trate de una broma de camara oculta, en tal caso, se están pasando. Prefiero hacer caso a la voz y no arriesgarme.
-¡¿Hay alguien?!
El fondo del pasillo esta tan oscuro que no puedo ver que hay, avanzo para averiguarlo. El camino se tuerce a la derecha y acaba en unas escaleras. Me asomo a las escaleras pero no consigo ver nada asi que decido bajar.
En el edificio hay varios pisos, todos con un pasillo lleno de puertas.
Tras mucho pensar llego a la conclusion de que si quiero salir vivo de aqui al menos he de intentarlo; avanzo por el 4º piso y me dirijo hacia una puerta muy decidido y cojo el manillar. La mano me tiembla, trago saliba y abro la puerta. Una pared tapiada, no hay mas. ¿Estarán todas tapiadas?, ¿me toman el pelo? Me dirijo inseguro hacia la siguiente puerta...