viernes, 27 de junio de 2008

6 Carol.

¿Más gente? Creía que Marco y yo éramos los únicos aquí, además de Ayumi, claro.
- ¡No os mováis! ¡Dispararé!
- ¿Quién eres tú? ¿Tienes algo que ver con todo esto?
- Claro que no, yo voy a salir de aquí, ¡yo voy a ganar! Solo puede haber un ganador, es lógico, ¿no? Por lo tanto, vosotros sobráis.
Marco continúa su discursión con el hombre de la pistola y yo permanezco callada. La niña sigue en una esquina llorando, con las manos en la cabeza.
Marco y yo nos miramos con aires de complicidad y sacamos lo más rápido que podemos las pistolas.
- ¡Quieto! ¿No querrás morir? Nosotros te dejaremos ir, si disparas a alguien morirás. Vete y danos a la niña.
- ¡¿Qué?! Ni hablar. Vais a morir.
- Inténtalo.
El hombre permanece de pie frente a nosotros y nos mira muy nervioso, pensándose si disparar o no. Traga saliva, suspira y baja la pistola.
- Esta bien, os arrepentiréis.
El hombre sale de la habitación sin decir una palabra. Nosotros nos miramos y nos acercamos a la niña.
- ¡Dejadme! ¡No!
- Tranquila, no te vamos a hacer daño...
- Yo soy Alicia, y el es Marco, ¿cómo te llamas tu, peque?
- Euh... Yo... Yo soy Carol.
- ¿Llevas mucho tiempo aquí?
- No... 2 días.
- ¿Tienes hambre?
- Si... Mucha.
- Alicia será mejor que te quedes aquí con ella... Yo la traeré la comida.
- ¿¡Comida!?
Marco se fue y yo me quedé con la niña. Esta sentada en el suelo mirando al suelo sin decir una palabra. Me siento a su lado y apoyo mi mano en su hombro. Ella me mira y la sonrío.
- ¿Cuántos años tienes?
- 9 años...
- ¿Solo 9 añitos? Esto es demasiado... Qué cruel.
- No soy una cría, cállate.
- Esta bien... Yo tengo 18 años. ¿Sabes? Estoy segura de que tus padres te están buscando muy preocupados. Te ayudaremos a salir de aquí.
- ¡¡CÁLLATE!!
Carol se lleva de nuevo las manos a la cara y empieza a llorar.
- Ca...¿Carol? ¿Estás bien? ¿He dicho algo malo? ¿Qué pasa? ¿Tus padres...?
- No quiero recordar eso... La verdad, estoy mucho mejor aquí.
- ¿¡Cómo!? No digas eso, yo...
- Aun me acuerdo... En mi casa nunca nos hablábamos, mi hermano a penas pasaba por casa, mi madre siempre olía a wisky y mi padre... Yo no conozco a mi padre pero en su lugar está Casiano, el novio de mi madre. Él es el peor de la familia, a el le odio más que a ninguno. El aveces me hace quitarme la ropa y esa maldita cámara de vídeo y yo... yo...
La voz de Carol suena temblorosa y ahogada, no puede seguir hablando. Yo no tengo palabras, no sé qué decir, simplemente la abrazo y ella se agarra de mi camiseta y se queda junto a mi hasta que llega Marco.
- La comida.
Los ojos de Carol se iluminan y en su rostro se dibuja una sonrisa.
- ¡Qué bien! ¿De dónde la has sacado?

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